viernes 11 de noviembre de 2011

Dia del Nino


Una de las experiencias más placenteras para los niños aquí en America Latina es el "Dia del Niño", el cual es cómo el Día de la Madre o del Padre, pero para los niños, literalmente.  Es el “Día del Niño” y se celebra con actividades festivas, piñatas y actividades escolares especiales. 
Decidimos celebrarles este día a los niños de la Escuela Dominical  con una mañana de juegos y actividades de trabajo en equipo. Primero preparamos a los jóvenes más grandes para un rol especial de cuidar de los niños pequeños, participando con ellos y animándolos durante todo el evento. Luego, pusimos los 125 niños juntos en cinco grupos intergeneracionales, mezclando edades desde 3 hasta 18 años. Hicimos esta division con un juego creativo para agrupar a los niños dándoles 5 paletas de colores diferentes y después de unos pocos minutos, teníamos a todos los niños con el mismo color de lengua, reunidos en el mismo grupo! 
De allí, rotamos los grupos de estación en estación. Puedes ver en el video cuan homenajeados se sentían.
Puedes ver este video de 3 min. Directamente en YouTube haciendo click sobre la imagen de arriba o en el link: http://youtu.be/i5B9DoZ8LmQ

sábado 05 de noviembre de 2011

Gratitud -todo el mes de noviembre

El equipo de maestros invertimos diez horas formulando el curriculum del mes de noviembre con el enfoque de Gratitud, aunque no se celebra un día de acción de gracias en America latina, decidimos dedicar el mes a aprender sobre la gratitud. 

Iniciamos el proceso de crear el currículo en búsqueda de unos pocos pasajes sustanciales que nos permitieran profundizar en el tema. Esta forma de buscar en unos pocos pasajes pero escarbar profundamente, fue toda una novedad para una población de evangélicos que están acostumbrados a saltar de versículo en versículo.

Al dedicar nuestro tiempo a esta tarea, Dios se manifestó entre nosotros y tuvimos varios momentos que no se podían llamar de otra manera sino “momentos santos”. Uno de los momentos fue cuando empezamos a estudiar Lucas 17 sobre la historia de los diez leprosos. Resulta que analizamos las acciones de los leprosos buscando entender el lugar, la forma y el cómo ser agradecidos. Nos dimos cuenta que uno primero tenía que reconocer que era deudor, necesitado, para hacer que naciera la gratitud, que saliera desde adentro. El proceso de analizar la secuencia de acciones nos obligó a analizar palabra por palabra el pasaje.






En las fotos ves a los maestros analizando el pasaje.







Muchos testificaron que esa era la primera vez que habían analizado un pasaje con esta especificidad, y que fue una experiencia reveladora. Cuando terminamos de formar la primera lección, tomamos un tiempo de oración, pero Dios nos movió a todos a asumir la misma posición del samaritano, el décimo leproso que regresó donde Jesús a darle las gracias: postrarnos cara en la tierra a los pies de Jesús. Fue otro de los momentos santos. Varias personas lloramos conmovidos y con corazones brotando de gratitud. “Literalmente, me sentí como el leproso. Reconociendo la miseria de mi condición, sólo quise aprovechar ese momento para hacerle saber a Dios cuánto agradecía sus respuestas en mi vida de cosas que de otra forma, nunca hubiera obtenido,” comentaba Nadia, una de las maestras encargada de las niñas de 10-12 años.

Después del almuerzo, eran las 3 de la tarde (habiendo empezado a las 10 de la mañana) cuando terminamos tan solo la primera lección (6 de Noviembre), pero en el tiempo de las horas antes se habían generado tantas nuevas ideas y nuevas perspectivas que fluyeron las 3 clases restantes con facilidad.
Otro momento santo sucedió en la vida de Javier, uno de los maestros que viaja mucho a los pueblos de Honduras. Cuando él escuchó que los japoneses al recibir algo no dicen “gracias”, sino “lo siento” en reconocimiento que están endeudados con el otro y no podrían pagar la deuda, él exclamó que había estado en un pueblo, en un recóndito lugar de Honduras en donde sus pobladores al recibir algo decían “perdóname”. Pero que, en muchos otros pueblos, donde hubieron instalado pozos de agua y otras obras sociales, habían salido sin que una tan sola persona les diera las “gracias”. Es como si ellos sintieron que se les debe, que ellos lo merecen y no se les ocurre decir gracias. “Hasta este momento me doy cuenta que si no te humillas y reconoces que eres deudor, no entiendes ni porque decir gracias,” dijo Javier. Para muchos esto fue un momento, aún culturalmente, de análisis del porqué de la escasez de gratitud tanto en la cultura como en su propia vida. 

Para la lección #2 (13 de Noviembre) decidimos enfocarnos en el pasaje de 1Tes 5:16-18 para la lección 2 y reconocimos el mandato de agradecer sin importar las circunstancias y que el hacer eso cambia tu perspectiva, y que la gratitud es un acto de Obediencia no un sentimiento.

Para la tercera clase (20 de Noviembre), decidimos estudiar a los Israelitas y analizamos el antítesis de la gratitud que es la queja y que por cada vez que se quejaban los israelitas habían consecuencias graves entre ellas: ser tragados por la tierra, la muerte y para toda una generación, no llegar a la Tierra Prometida sino morir en el desierto. Reconocimos que pocas veces se les dice a los niños acerca de las consecuencias tan graves de su desobediencia y mientras no queremos espantar a nuestros alumnos, según la edad vamos a hablar sobre las consecuencias graves de quejarse y no agradecer. (Digamos permanecer cuarenta años en la Escuela Dominical, jajaja).

Para la última clase  (27 de Noviembre), decidimos terminar con un proyecto de servicio, abriendo el espacio de que los niños puedan mostrar su gratitud hacia Dios por medio de desprenderse de algo que sea especial para ellos y dárselo a las personas necesitadas en Honduras por los daños recientes hechos por las lluvias. Estamos preparando una carta para los padres para que ellos guíen a sus hijos en este proyecto, para el cual les pediremos que cumplan 3 condiciones:
Condición #1.       Que lo que los niños den sea un sacrificio que les cueste algo, siguiendo el modelo del Rey David que no quería ofrecerle a Dios un sacrificio que no le costara algo.

Condición #2.       Que los papás no lo hagan por el niño, que no den su dinero (por ejemplo), sino que al niño le cueste. No facilitárselo.

Condición #3.       Que hagan alguna ceremonia en su núcleo familiar como un ritual de gratitud, al despojarse de quizás un juguete favorito, una prenda, o algo por lo que han trabajado. “Me despojo de…..en gratitud por…..”

Incluso para los niños que lleguen ese día, 27 de nov (lección #4), les vamos a invitar a que den una prenda de su persona, siempre y cuando los padres estén de acuerdo.

Al salir uno por uno, 19 de los 21 maestros que tenemos, compartieron cuánto aprendieron sobre la gratitud. Llenos así de las bondades de Dios, están preparados para marcar las vidas de los 125 niños que atendemos semana a semana en la Escuela Dominical.
Erika, una de las maestras, dijo: “Cuándo venía hacia la capacitación, pensaba: “¿Cómo vamos a hablar de gratitud un mes entero, si no me imagino hablar más de una vez de ese tema? Pero al final del día, estoy segura que pudiéramos haber seguido otro mes hablando de la gratitud.”
 
Cabe mencionar el hecho que usamos la metodología de la flor y la abeja. Este documento describe con detalle nuestra forma de usar la Biblia en el curriculum de la Escuela Dominical
Una descripción extensa de esta metodologia ya esta disponible:



(puedes acesar el documento con este link: http://www.slideshare.net/lisaandersonumana/el-uso-de-la-biblia-en-el-currculo-de-la-escuela-dominical-lisa-anderson-de-umana